Tras la llave
Tras la llave, que depara la ceremonia de tus labios,
en el rostro de aquellos nombres enlazados de besos,
con las alas de tu bien irisando los regresos
de los labios en la sien, de palabras ó de oprobios…
Tras la llave que la Aurora, busca en Céfiro a tu alma
doblegando los silencios, que la cumbre maniata,
el contorno de la pluma, dividiéndose en tu palma,
la altivez de los senderos, que la brisa no rescata…
Tras el astro, que, en centella, va dejando: dos luceros
en la sombra de la noche, el azul de sus espectros:
dividiéndose la luna, la blancura de tus plectros,
en el robo de la noche, en el sueño, reverberos…
Deja el trance, en tu hermosura, juventud en la maleza,
en el rostro de la noche, estrellada en tu bandera,
sobre peñas, que de plata, van asiduas de belleza,
y tus ojos las rescata, como doble Primavera…
Son motivos donde el arte, abre puertas en tu alma,
irisando de las flores, los sonidos de belleza:
son el rostro de la tarde, y los labios, que en crudeza,
buscan sabios los olores, del jazmín, que el sueño calma…
En el rostro del sendero, del latido de tu mella,
busca arduo la privanza, del sonido de tu arte:
en el labio del silencio, ó el perfume de mi bella,
sobran ganas de virtudes, ó en tus labios admirarte…
Son de hechizo de tus labios, en el beso que aún me roba
la distancia, cautiverio, de las fauces de mi loba:
donde besas el ahínco, de mis besos en mi Trova,
consonancia de tus labios, ó del labio que te prueba…
Sueño sombras en tus senos, ó la miel del albedrío,
del deseo al desencanto, de la risa del estío,
que se ensambla con tus labios, del perfume de mi beso,
en el rostro de la noche, ó la rosa que me apreso…
Busca el labio tu remedio, a la cura de mi cuerpo:
soy el cuerpo de tus ganas, con que mis labios enhiestos
buscan sombras en destellos, son estrellas que descuerpo,
con el cuerpo de la noche, en tus labios, que compuestos,
en la alquimia de tus besos, son el oro de tus labios
que regresan con mis rosas, al perfume de tus besos,
en el labio que, repuesto, buscan ciegos labios tibios
con que ciegan en mi boca, de tus labios, otros besos!
Del labio de tu arte, busca el labio no soñarte,
en las flores de tu cuerpo, agonía de besarte…
Tras la llave, que depara la ceremonia de tus labios,
en el rostro de aquellos nombres enlazados de besos,
con las alas de tu bien irisando los regresos
de los labios en la sien, de palabras ó de oprobios…
Tras la llave que la Aurora, busca en Céfiro a tu alma
doblegando los silencios, que la cumbre maniata,
el contorno de la pluma, dividiéndose en tu palma,
la altivez de los senderos, que la brisa no rescata…
Tras el astro, que, en centella, va dejando: dos luceros
en la sombra de la noche, el azul de sus espectros:
dividiéndose la luna, la blancura de tus plectros,
en el robo de la noche, en el sueño, reverberos…
Deja el trance, en tu hermosura, juventud en la maleza,
en el rostro de la noche, estrellada en tu bandera,
sobre peñas, que de plata, van asiduas de belleza,
y tus ojos las rescata, como doble Primavera…
Son motivos donde el arte, abre puertas en tu alma,
irisando de las flores, los sonidos de belleza:
son el rostro de la tarde, y los labios, que en crudeza,
buscan sabios los olores, del jazmín, que el sueño calma…
En el rostro del sendero, del latido de tu mella,
busca arduo la privanza, del sonido de tu arte:
en el labio del silencio, ó el perfume de mi bella,
sobran ganas de virtudes, ó en tus labios admirarte…
Son de hechizo de tus labios, en el beso que aún me roba
la distancia, cautiverio, de las fauces de mi loba:
donde besas el ahínco, de mis besos en mi Trova,
consonancia de tus labios, ó del labio que te prueba…
Sueño sombras en tus senos, ó la miel del albedrío,
del deseo al desencanto, de la risa del estío,
que se ensambla con tus labios, del perfume de mi beso,
en el rostro de la noche, ó la rosa que me apreso…
Busca el labio tu remedio, a la cura de mi cuerpo:
soy el cuerpo de tus ganas, con que mis labios enhiestos
buscan sombras en destellos, son estrellas que descuerpo,
con el cuerpo de la noche, en tus labios, que compuestos,
en la alquimia de tus besos, son el oro de tus labios
que regresan con mis rosas, al perfume de tus besos,
en el labio que, repuesto, buscan ciegos labios tibios
con que ciegan en mi boca, de tus labios, otros besos!
Del labio de tu arte, busca el labio no soñarte,
en las flores de tu cuerpo, agonía de besarte…
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