Cual fauces locas
Estilista de doncellas doradas,
en otro sol, impera tu diadema,
cual fauces locas, distancias de erotema,
Viento que cruza el viento, y vence amadas…
Sol, que aclara el viento, cual si trueca,
la golondrina unánime del sol, en otra mueca:
cual el delirio de la sal, frente a la piedra,
ó el Sol clavado en el mar, ó en una hiedra…
Estilista de doncellas aceradas, Plata nívea
clara, candente, si ofusca del verano,
la nívea plata del mar, tronzó tu mano
en otro sol, delirio, que te vea…
Es otro Sol, delirio, que arde en tea,
ya no ofuscada mano, si tan sólo,
espuma al viento gano, ya si el hielo
candente no mi mano, azor, en una aldea…
Prueba afincada de oro cual si el salmo
vertiginoso amante, pudiera desatino,
semblar el arte divino
en otro arte veloz, cual si el sendero calmo
de mi boca enardecida, la paloma,
en otra endecha clära, cual si endecha
no vituperara la forma del candil estrecha,
ó la veloz llamada de sol, cual si la poma…
En otra redunda enero, va si la nïeve impide
otro truhán más bello, arde y cohíbe
la faja del mar, en otro atlante sello, que despide
el rojo ciclón de la marea, que recibe
color y forma en aquélla mente, trova
cual la esperanza, dosel de mi corcova,
en otra miel veloz, cual si altanera loba
ardiente fue mi oro en la recova…
Ooh desatado viento preciso, cual si ángel
tu voz supiera irradiar estrépitos voraces,
donde luna queda, ansiar los atropellos de sus haces
en otra sombra enhiesta, cual si cuidado vergel
en otros oros, cauce de mi ciénaga al tonel,
espuma lacra de virtud, cual si la mella
en otra espuma doncella,
el dócil cántaro azul, mi timonel…
Enciende entre sus cunas, lo prendado
en otro fuelle veloz cual si tatuado fuera,
el contino del arte que requiera
su pie: en fuga femenina loca enfado,
cual el rugiente enamorado,
en otro düelo voraz, sin sólo risa
prendado de júbilo falaz, y sólo brisa,
en otro pie confuso cual artera, rosa lacerado…
El otro empello, cual si la fuga en lo sombrío, adarme
consigo no rastreara el otro pie confuso,
cual dubitativo ardor, en ángel y en desuso,
acobardado la mella, de su satén que al darme
la égloga que el Sol diera a afanarme,
en otra voz si ampara en la maleza
concilio de belleza,
en otro pie veloz, cual si la mota fuera el afincarme…
Tocado, en otra flauta endeble, de su pluma,
bajiza, y en enero causa hortelana suma…
Estilista de doncellas doradas,
en otro sol, impera tu diadema,
cual fauces locas, distancias de erotema,
Viento que cruza el viento, y vence amadas…
Sol, que aclara el viento, cual si trueca,
la golondrina unánime del sol, en otra mueca:
cual el delirio de la sal, frente a la piedra,
ó el Sol clavado en el mar, ó en una hiedra…
Estilista de doncellas aceradas, Plata nívea
clara, candente, si ofusca del verano,
la nívea plata del mar, tronzó tu mano
en otro sol, delirio, que te vea…
Es otro Sol, delirio, que arde en tea,
ya no ofuscada mano, si tan sólo,
espuma al viento gano, ya si el hielo
candente no mi mano, azor, en una aldea…
Prueba afincada de oro cual si el salmo
vertiginoso amante, pudiera desatino,
semblar el arte divino
en otro arte veloz, cual si el sendero calmo
de mi boca enardecida, la paloma,
en otra endecha clära, cual si endecha
no vituperara la forma del candil estrecha,
ó la veloz llamada de sol, cual si la poma…
En otra redunda enero, va si la nïeve impide
otro truhán más bello, arde y cohíbe
la faja del mar, en otro atlante sello, que despide
el rojo ciclón de la marea, que recibe
color y forma en aquélla mente, trova
cual la esperanza, dosel de mi corcova,
en otra miel veloz, cual si altanera loba
ardiente fue mi oro en la recova…
Ooh desatado viento preciso, cual si ángel
tu voz supiera irradiar estrépitos voraces,
donde luna queda, ansiar los atropellos de sus haces
en otra sombra enhiesta, cual si cuidado vergel
en otros oros, cauce de mi ciénaga al tonel,
espuma lacra de virtud, cual si la mella
en otra espuma doncella,
el dócil cántaro azul, mi timonel…
Enciende entre sus cunas, lo prendado
en otro fuelle veloz cual si tatuado fuera,
el contino del arte que requiera
su pie: en fuga femenina loca enfado,
cual el rugiente enamorado,
en otro düelo voraz, sin sólo risa
prendado de júbilo falaz, y sólo brisa,
en otro pie confuso cual artera, rosa lacerado…
El otro empello, cual si la fuga en lo sombrío, adarme
consigo no rastreara el otro pie confuso,
cual dubitativo ardor, en ángel y en desuso,
acobardado la mella, de su satén que al darme
la égloga que el Sol diera a afanarme,
en otra voz si ampara en la maleza
concilio de belleza,
en otro pie veloz, cual si la mota fuera el afincarme…
Tocado, en otra flauta endeble, de su pluma,
bajiza, y en enero causa hortelana suma…
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