Herida de besos de azules crepúsculos
Tú estás herida de besos de azules crepúsculos,
besada en sombras de cristalina belleza,
donde arden los confines de tu ardua naturaleza: rota en el semblante níveo
de un cardumen de alas inmersas en el vacío del cielo,
Por tu rosa cabello, intensa, cabe la noche ensimismada de pájaros alegres
sulfurar lo diestro, con campanas de besos y rojos latidos de incendios voraces…
Me cincho en tu luna, me cruzo en tus besos,
diáfana paloma, herida de bucles,
legitimando el alba, y soltando los pájaros, heridas de claustro y montañas níveas,
sobre tu páramo hendido conforme a tus senos…
Me basta la luna, de tu hielo prohibido,
la lúgubre nota de tu claustro despierto,
las alas de arrobo, de besos dormidos,
el cielo en la lluvia, de páramos muertos…
Mis ojos se entonan, terráquea belleza, cintura de polen, regalada soltura,
vaivén de la noche, legada hermosura,
contorno de numen besando la aurora…
Mi beso es el bálsamo de la sed de tus hijos, desnuda en el lecho
de asomo en preámbulo,
desnuda paloma de nieves eternas,
en besos de búsqueda, plagado de siembra…
Mi beso se erige, como la batalla
desnuda te halla, sobre tu clepsidra, de vino y esperma, de goce suicida
vertido de náyade, y cincel homicida…
Ya mato tu boca, contornos asidos, despabilando ángeles, durmiendo en aljabas
y rotos cencerros de mieras, debacles,
suspiros de vacas, y besos de aves…
Por fin golondrinas, erigen tu huella:
desnudo cencerro, hermosa botella,
de arte de injuria, plagada de nido
semblante de besos, contornos huidos…
Tu boca es el arte de lazos de oro, desnudos en goces de sombras distintas,
que besan los lazos, ebúrneos y llamas
desnuda de besos
orillas en camas…
Mi boca se aduce, sentida fragancia, tu ósculo aduce, gentil la belleza
de oro de albogue, fragancia que besa,
desnuda la sierra, contorno en tu huesa…
Tu boca es endrina, gentil la palabra,
enamora, divina, sutil la guitarra,
tu cintura clama, mi oído, dispersa,
sentida y aviesa, sobre tu llamada…
Mi boca es oído, es tacto de rosa,
perfuma golosa, tu vientre, tu seno,
en otro veneno que tu glosa abate,
sentida fragancia, desnudos tus senos…
Besada paloma, eritrea belleza, de goce altruista, Sirena acabada,
de nácar distinta, de goce situada,
estigma de viento, gentil, lacerada…
Mi boca es el beso, carnal, que te ocupa
distinta la luna, fermento de ocaso,
tan lúgubre paso, de oro desnudo,
gentil te reclamo, tu paso profundo…
El vino en tus labios, fragancia que ocupa,
campana de cedros, el bosque en tu pecho
desnudo cabestro, cencerra mi cuello
y aduce Veranos, desnuda en mi cuerpo…
Tus piernas de ámbar, tus claros rubíes, crepúsculos, senos, tan lentos matices,
tus senos despiertos, fragancias desnudas,
impávido rostro, sonriente de ansias…
Mi boca te besa, orlados tus pómulos,
y vagas en sueños, ya vagan desnudos,
mis besos de júbilo, y canto, embriagados
ante tus pies amados, de ámbar desnudos…
Mi boca se eleva, se esconde y no nieva, aún cautiverio de lajas despiertas
ya besan tu olivo, fragancias alertas
tu vientre desnudo,
tus senos de rosas…
Laurel en tus anclas, perfuman mi diestra,
contornos, belleza, tu tacto desnudo,
tu rostro en mi feudo,
carmín y tu escudo
es ahora mi vientre
inmerso y profundo…
Arroba gemidos, las alas del lecho,
perfume en fragancias, el oro en tu pecho…
Tú estás herida de besos de azules crepúsculos,
besada en sombras de cristalina belleza,
donde arden los confines de tu ardua naturaleza: rota en el semblante níveo
de un cardumen de alas inmersas en el vacío del cielo,
Por tu rosa cabello, intensa, cabe la noche ensimismada de pájaros alegres
sulfurar lo diestro, con campanas de besos y rojos latidos de incendios voraces…
Me cincho en tu luna, me cruzo en tus besos,
diáfana paloma, herida de bucles,
legitimando el alba, y soltando los pájaros, heridas de claustro y montañas níveas,
sobre tu páramo hendido conforme a tus senos…
Me basta la luna, de tu hielo prohibido,
la lúgubre nota de tu claustro despierto,
las alas de arrobo, de besos dormidos,
el cielo en la lluvia, de páramos muertos…
Mis ojos se entonan, terráquea belleza, cintura de polen, regalada soltura,
vaivén de la noche, legada hermosura,
contorno de numen besando la aurora…
Mi beso es el bálsamo de la sed de tus hijos, desnuda en el lecho
de asomo en preámbulo,
desnuda paloma de nieves eternas,
en besos de búsqueda, plagado de siembra…
Mi beso se erige, como la batalla
desnuda te halla, sobre tu clepsidra, de vino y esperma, de goce suicida
vertido de náyade, y cincel homicida…
Ya mato tu boca, contornos asidos, despabilando ángeles, durmiendo en aljabas
y rotos cencerros de mieras, debacles,
suspiros de vacas, y besos de aves…
Por fin golondrinas, erigen tu huella:
desnudo cencerro, hermosa botella,
de arte de injuria, plagada de nido
semblante de besos, contornos huidos…
Tu boca es el arte de lazos de oro, desnudos en goces de sombras distintas,
que besan los lazos, ebúrneos y llamas
desnuda de besos
orillas en camas…
Mi boca se aduce, sentida fragancia, tu ósculo aduce, gentil la belleza
de oro de albogue, fragancia que besa,
desnuda la sierra, contorno en tu huesa…
Tu boca es endrina, gentil la palabra,
enamora, divina, sutil la guitarra,
tu cintura clama, mi oído, dispersa,
sentida y aviesa, sobre tu llamada…
Mi boca es oído, es tacto de rosa,
perfuma golosa, tu vientre, tu seno,
en otro veneno que tu glosa abate,
sentida fragancia, desnudos tus senos…
Besada paloma, eritrea belleza, de goce altruista, Sirena acabada,
de nácar distinta, de goce situada,
estigma de viento, gentil, lacerada…
Mi boca es el beso, carnal, que te ocupa
distinta la luna, fermento de ocaso,
tan lúgubre paso, de oro desnudo,
gentil te reclamo, tu paso profundo…
El vino en tus labios, fragancia que ocupa,
campana de cedros, el bosque en tu pecho
desnudo cabestro, cencerra mi cuello
y aduce Veranos, desnuda en mi cuerpo…
Tus piernas de ámbar, tus claros rubíes, crepúsculos, senos, tan lentos matices,
tus senos despiertos, fragancias desnudas,
impávido rostro, sonriente de ansias…
Mi boca te besa, orlados tus pómulos,
y vagas en sueños, ya vagan desnudos,
mis besos de júbilo, y canto, embriagados
ante tus pies amados, de ámbar desnudos…
Mi boca se eleva, se esconde y no nieva, aún cautiverio de lajas despiertas
ya besan tu olivo, fragancias alertas
tu vientre desnudo,
tus senos de rosas…
Laurel en tus anclas, perfuman mi diestra,
contornos, belleza, tu tacto desnudo,
tu rostro en mi feudo,
carmín y tu escudo
es ahora mi vientre
inmerso y profundo…
Arroba gemidos, las alas del lecho,
perfume en fragancias, el oro en tu pecho…
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