Sombras

Sombras

Las sombras del hielo que la voz engendra
son cauces de la lluvia, intensa de septiembre,
donde la voz no arde, en el sol de mi curtiembre
tu piel en el recelo de sombras que me acendra…
Latido en otras astas de luna donde asemble
el latido del alba, el goce de la nïebla,
purpúreo rojo beso, de sol, mejilla tiembla
en rojos oropeles, que nublan su despueble…

Miradas, ya no adustas, carmines de las horas,
crisálidas del verso, del latido demoras
en otras aras siembre, latidos que decoras
en núbiles espasmos, y trovadores moras…
Alejo de mi ruina, la sombra de mi pelo
con lágrimas de anzuelo, la noche no derriba
anoche se hizo pena, la luz de mi diatriba,
el oro de lo incierto, en voz, cuando te anhelo…

Latidos se hacen mella, de espanto
donde asombro la voz de la tormenta,
mi robo es el delito, que el ala no me inventa,
masivo es tu llamado, y negro mi quebranto…
El cielo nunca llora; las aves duermen,
pasïvas de venablos, que luego danzarían
para verter el habla, de voces en el germen,
do robas tu silencio, y mieles volverían…

Astucia de vocablo, inmerso en la vanguardia
de sólidos esteros, de amores donde alejo
ya mi fútil espejo, en oros donde, en guardia,
la voz de tu silencio, son goces ya de viejo…
Son voces de hielo, ó sombras senescentes
la mirada del alba, en robos y dialectos,
en horas del semblante, que luego mis afectos
encienden con coraje, de férreos elocuentes…

La voz desde mi sombra, es ala sino arribo,
clemátide si llama, lo dïurno sin aspecto
en bóvedas livianas, de circo semi recto,
en horas tan plausibles, con el contorno escribo…
Mi búsqueda en tus ojos, transcribe mi llamado
en otras suaves penas, es otro mi delirio,
con llaves, mi martirio, es otro enamorado
que busca tu silencio, con besos en el cirio…

Escribe lozanía, mi mundo que no debe,
transcurso de mis alas, que por morir, atreve...