Poema en homenaje
a la mujer
Sin tocar, mírame a los ojos
Ella supo que en mis ojos hay lágrimas,
y no la noche no terrenal oye
por defenderme, sus miembros enjoye,
por darme vida sólo tú te eximas.
Su sangre dio sin tregua, amor trocó
por muerte, su sol, su diestra elevó,
al Cielo, y el puñal, siniestro, tocó
cortando su atavío, el alma huyó.
Cobarde entre cobardes, y hasta impune
los asesinos quieren sangre y fuego:
que a la Verdad no diera, no ya el ruego;
De su frío, no ya su rostro insomne,
Su mordaz clamor, no tan sólo amara,
Su belleza gentil, me enamorara...
a la mujer
Sin tocar, mírame a los ojos
Ella supo que en mis ojos hay lágrimas,
y no la noche no terrenal oye
por defenderme, sus miembros enjoye,
por darme vida sólo tú te eximas.
Su sangre dio sin tregua, amor trocó
por muerte, su sol, su diestra elevó,
al Cielo, y el puñal, siniestro, tocó
cortando su atavío, el alma huyó.
Cobarde entre cobardes, y hasta impune
los asesinos quieren sangre y fuego:
que a la Verdad no diera, no ya el ruego;
De su frío, no ya su rostro insomne,
Su mordaz clamor, no tan sólo amara,
Su belleza gentil, me enamorara...
Última edición por caminandobajolalluvia el Sáb Mar 19, 2016 7:41 pm, editado 3 veces
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