Roja centella

Tan extasïado como el albor, nevando estrellas,
caduco un verso de mirada ultraterrena
y, sobre el manto a mi rubor, nevando arena
hace la estela de mis fauces, sombras bellas…
Roja centëlla: mirada en otra nïeve
sobre lo blando de mi ardor, nevando estrellas,
caduca un verso atroz, llanura breve
sobre lo gualdo de mi ardor, de sombra sellas…

Otro motivo al parecer, fue la quimera
de mi rotundo sobre helado, Primavera,
de sombras gualdas y suspiros que entrevera
así el carbunclo de mi sano amor, primera…
Mi rojo cielo fue querube a mis entrañas
sobre lo vacuo, sobre lo inmerso, en mi guadaña
a mi suspiro fue llanura, sombra extraña
sobre la tea de furor, mi beso empañas…

Clamor y rüido vitupera lo sanado,
en aquél numen extasïado, sobre lo ángel de mi pueblo
sobre sendero vulnerado, y cardumen hecho arado
sobre la sombra mi amor pena, y restaña lo que nieblo…
Mi roja peña se hace comarca, se limita su ilusión
cardumen oro enhiesto, fue silencio de pasión,
mi sólo eco fluía como adosado bermellón,
del rojo que te ascendía, al crepúsculo de amor…

Mi sola centella es la Lira de cuyo adarme fue flojo
cardumen hecho pizarra, de la pizarra, despojo
mis ojos en tu guitarra, mi oro donde no hube
de saciar de mi concierto, la cinética que sube…
Sobre el estero gallardo fue tramontando la luna
de mi silente resguardo, hacía mitad ó ninguna
me abate el trigo sesgado, sólo la flor se medía
a rispiar mi ojo enlutado, con el ardor de mi día…

Mi silencio fue panoja, cuya bandera en color,
fue la comarca desnuda, de tu silencio hecho flor
ardía en ti la amapola, fue labrando mi dolor
toda mi mente besando, de tus besos, el amor…
En mi Sirena fue habla, del oleaje sombra bella
fue cardumen hecho páramo, de mi silencio, una estrella,
y en ti la bruma hecha cielo, donde se enlutan abrojos,
de ti la sombra responde, sólo nevando tus ojos…

Mi goce hecho fragancia, fue del silencio tu pena,
fue gallardía menguante, tan sólo asedio en la arena
fue comarca iridiscente, fue palabra tramontada
fue silencio de mi sombra, fue latido de mi espada
fue la ígnea sombra rígida, sobre lo pleno mi amada
fue la sombra de laureles, fue latido de un monarca,
fue el silencio en tu silencio, fue la aurora brazada
del silencio de mi sombra, fue gallardía que enmarca…


Fuese tu abrazo, Oh Náyade, fuesen tus brazos mi cielo,
arden en mis venablos, como latidos, consuelo…

¡¡¡Cuánta creatividad, poeta!!!
Felicitaciones!!!!!!

Lo veremos en el Face.

Muchas gracias, Delia!!!! Dios te bendiga!!!! Un abrazo enorme, Princesa Reina!!!!

Un abrazo grande, Poetisa bella!!!!


Avanti, compañera!!!!



Avanti!!! Adelante, Poetas y Poetisas!!!!