Excédeme la noche…

Excédeme la noche…


Excédeme la noche, paciente sombra ruge,
en mi manantial adherido a tu pujanza,
sobre el lirio desatado sombra empuje
la mirada de la noche, estrella afianza…
Excédeme la sombra, tu lira se amanece
profunda y sobre el asta, del mástil que se mece,
herido de la fragua, del viento donde crece
y adorna tu suspiro cual viga se adormece…

Excédeme en estrellas, que tu mirada afronta
diluida en la mirada del ardor terreno
supuse un mar que freno, con la mirada, impronta
que tu suspiro adhiere, y lúgubre no peno…
Cual tu mirada alcanza, y en tú suspiro treno
gallarda en el veneno que supura y hace ultranza
de mi escogida alianza, so muda aún en el seno
de mi venablo alerta que tronza lo que avanza…

Excédeme las ascuas de tu sombría rüina
oleaginosa amante, de luz en la vitrina
de ser contigo errante, enmienda ultraterrena
algarabía amante, de ser bajo la arena…
Mirada, verde ráfaga, que no es contigo el vïento,
adobe, no muralla, de celos, de mi aliento
en goces óleos calla, de ser contigo invento
muralla, no baluarte, de sombras ni aspaviento…

Endechas, no verano, de ser de mi ágil boca
contigo en el verano, mi ser mudo trastoca
la vaga añoranza de ser en el verano
la sombra de tu mano, oh, la sombra de tu mano…
Me pierdo en la clepsidra silente pero avara
de ser contigo amante, ó dueño de una cara
contigo en el veneno, que roba la clepsidra,
de aguas y de adviento, de sombras y de pïedra…

Mis rojas noches celen, baluartes, ígneas coplas
de ser en lo sombrío, vestidos del verano,
y aún bajo tu mano, y aún bajo tu mano,
guirnaldas que se mellan, su brïllo, cual contemplas…
Excédeme la noche, excédeme en el brillo,
de tu guirnalda asome, ó tuestes veranillo,
de asomo aletargado, de risas en cuchillo
delgadas de oropel, ó enmiendas, veranillo…

Enmiendas ó preparas, tu risa en alba, cedes,
descubres con tu arte: me tienes en tus rëdes…