Poesía para vos, Meybel!
Temeraria
Temeraria sombra en desnudez, sobre el amparo
sobre la claridad que tu luna emerge sobre el cuerpo,
y, avasallante de mi plata emerge lo que acuerpo,
tu cintura se desliza por el rubor de un faro…
Estrella ardiente, sin voz, en la panoja
tal extasïada a mi rubor, al alba escoja
de mi silencio nacarado que empella y se sonroja
doblegando en ti el albor que tu desnudo moja…
Sombra deslizada bajo ciertas lides, plectro
bajo hechizadas curvas el desliz hacia tus pies,
bajo la misma arena, tu desnudo es lo que encuentro
sobre la curva perfecta de tu belleza siamés…
Sobre el tórax se desviste tu pecho en lo mundano
con el calor inefable de tu risa, así en lo ufano,
contestada tu figura en el reflejo de las aguas,
en tus pies no se sonrosa el delirio de las treguas…
El sol viste tu atavío, se perfuma mi ocaso
bajo cielos ciertos en numen que a gentil musa irradiaron,
sobre el desmán de mi sombra, bajo tu luz contestaron
los ribetes de mi ausencia, de mi zafiro, tu brazo…
Bajo tu cuerpo el perfume, en tu cintura goza
las curvas de mi silencio, donde mi ojo lo esboza,
en tu silencio mundano, palabra, risa tan toda
como gobiernan tus pasos, de femenina desnuda…
Mis ojos no se arbitrian con tu solemne pisada,
perfume en tu senda los halla, de ti, contoneada
lo azul en la noche no augusta, de ti, iluminada
y besa los páramos, rosas, sobre tu acierto, desëada…
Tus ojos son Trovas ilustres, por donde tu mano emana
la cintura de tus cisnes, sobre el carmín, la odisea,
mi beso trova en tus labios, mis labio tu boca desëa
para vestirte en mi boca, tú, mi suspiro, la gana…
Desnuda en mi ojo no ilustre, de ti se vuelve temprana
sobre la noche que emana soles nevando tu forma,
para vestirte de gala, mi sombra nevada, cana
a tu suspiro se entrega, con la estrella que te adorna,
y en tu delgada miel, tu oro reluce sin cisne,
coloquiando un clavel dulce, tu dulce cuello templado
hace oro de las luces, plata las sombras de tizne
do mi rosicler alcanza, tu pecho enamorado!
De mi suspiro se cierne aquélla lóbrega musa,
cual inspirara los versos, donde hace mella tu arte
y en mi silencio desearte, cavila con no soñarte
desnudo eco de música, que el verso canta en tu alcuza…
Vasos de lúdica sed, abrevan mis sombras danzantes,
por donde tu huella desnuda, cubre de curvas tu aliento
mi voz de pena y de alcurnia, bebe tu labio sediento
donde la pena se bebe, y besa un suspiro de amantes…
De tu cintura, tu pierna curva expíe,
tu dulce pie en la arena me extasíe...
Temeraria
Temeraria sombra en desnudez, sobre el amparo
sobre la claridad que tu luna emerge sobre el cuerpo,
y, avasallante de mi plata emerge lo que acuerpo,
tu cintura se desliza por el rubor de un faro…
Estrella ardiente, sin voz, en la panoja
tal extasïada a mi rubor, al alba escoja
de mi silencio nacarado que empella y se sonroja
doblegando en ti el albor que tu desnudo moja…
Sombra deslizada bajo ciertas lides, plectro
bajo hechizadas curvas el desliz hacia tus pies,
bajo la misma arena, tu desnudo es lo que encuentro
sobre la curva perfecta de tu belleza siamés…
Sobre el tórax se desviste tu pecho en lo mundano
con el calor inefable de tu risa, así en lo ufano,
contestada tu figura en el reflejo de las aguas,
en tus pies no se sonrosa el delirio de las treguas…
El sol viste tu atavío, se perfuma mi ocaso
bajo cielos ciertos en numen que a gentil musa irradiaron,
sobre el desmán de mi sombra, bajo tu luz contestaron
los ribetes de mi ausencia, de mi zafiro, tu brazo…
Bajo tu cuerpo el perfume, en tu cintura goza
las curvas de mi silencio, donde mi ojo lo esboza,
en tu silencio mundano, palabra, risa tan toda
como gobiernan tus pasos, de femenina desnuda…
Mis ojos no se arbitrian con tu solemne pisada,
perfume en tu senda los halla, de ti, contoneada
lo azul en la noche no augusta, de ti, iluminada
y besa los páramos, rosas, sobre tu acierto, desëada…
Tus ojos son Trovas ilustres, por donde tu mano emana
la cintura de tus cisnes, sobre el carmín, la odisea,
mi beso trova en tus labios, mis labio tu boca desëa
para vestirte en mi boca, tú, mi suspiro, la gana…
Desnuda en mi ojo no ilustre, de ti se vuelve temprana
sobre la noche que emana soles nevando tu forma,
para vestirte de gala, mi sombra nevada, cana
a tu suspiro se entrega, con la estrella que te adorna,
y en tu delgada miel, tu oro reluce sin cisne,
coloquiando un clavel dulce, tu dulce cuello templado
hace oro de las luces, plata las sombras de tizne
do mi rosicler alcanza, tu pecho enamorado!
De mi suspiro se cierne aquélla lóbrega musa,
cual inspirara los versos, donde hace mella tu arte
y en mi silencio desearte, cavila con no soñarte
desnudo eco de música, que el verso canta en tu alcuza…
Vasos de lúdica sed, abrevan mis sombras danzantes,
por donde tu huella desnuda, cubre de curvas tu aliento
mi voz de pena y de alcurnia, bebe tu labio sediento
donde la pena se bebe, y besa un suspiro de amantes…
De tu cintura, tu pierna curva expíe,
tu dulce pie en la arena me extasíe...
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