Serenata al hombre ausente

Serenata al hombre ausente

La persona que usted es dónde se esconde,
en qué lugar del cinturón, de los zapatos,
en qué pasillo de qué tren, en qué cocina,
¿acaso es sólo una ficción mientras se peina
para cumplir con el deber de no ser nadie?
¿Acaso es sólo alguno más en la rutina,
en el gimnasio, en el taller, en plena iglesia
y abraza, llora, inventa maldiciones
para no ser quien es en el desfile,
para decir yo soy sabiéndonos ya sordos,
ya ciegos para ver en tanto engaño?
Entonces vale parpadear frente a los jefes,
tirar la silla al ascensor, bracear de noche
detrás de los reflejos de otro mundo
o de la propia piel que como usted ni nos conoce,
entonces comparar la vida con la sombra
es sólo navegar de noche sin estrella,
es sólo postergar la aurora por no vernos
y hablar alguna vez de corazón a corazones.
Lo llamo a contestar, a levantarse de su silla,
lo nombro y lo requiero en estas horas maltratadas,
en el fulgor del cielo que se cae por pedazos
y de la tierra misma que no entiende que la ignore.
Levántese conmigo, descubra su sonrisa,
aleje el mascarón como el asalto en el naufragio,
la tierra esperará por sus semillas y su canto,
su espejo le dirá que es aquel rostro el que nos falta.
Contemple el amplio sol que entre sus sienes se despliega,
dígame ya que al fin contamos con su entrega.
También perdí mi corazón en tanta ausencia,
regresa con usted a este balcón de la alborada,
cantemos, sembrador, cuya heredad es este mundo,
un nuevo fruto crecerá y ya de usted no habrá misterio.

http://fuerteyfeliz.bligoo.cl/

18 11 13