Vuelta de paseo
Cuchillas de afeitar tiradas por el suelo
y pantalones sucios en las puertas
como preparando el regreso de los dioses.
Cristales empañados
tejidos deshilachados
como condones usados.
Prostitutas abandonadas en la carretera.
Seguro que un cajero electrónico
vomitaría
por tantas lagrimas
vertidas
en casas embargadas
a familias con cinco hijos.
Ademas, el sexto viene en camino.
Que alegría
despertarse con el sonido
de mil cuchillos
provenientes de una lengua retorcida
¿Querrá vomitar o
comer?
Espuma fría de borracho,
Leche vencida.
Bienvenido a la paternidad
de nuevo.
Felicidades.
Has adquirido
Una criatura.
Si acaso me acordara
de pagar los recibos
no cortarían la luz,
no gritaría al pobre cajero
para después darle la razón y comprenderlo
y mandarlo a su casa
con olor a operaciones, transacciones, cobros y anticipos.
Pobre mujer
debe ser insoportable
ser la mujer
de un cajero triste y sin ninguna esperanza.
Sin futuro pero con corbata.
Sin dinero pero con amor.
¿No le habrán metido
un billete falso?
Por todas partes
policías inconclusos,
multas,
perros revolcándose en la basura
arrastrando su hocico goloso,
buscando una excusa
para arruinar el día
de personas inciertas, inseguras
intercambiables,
reemplazables, prescindibles
pero únicas.
Fabrica de materiales de construcción
Ocho horas diarias.
Ocho euros la hora. Festivos doce.
Al menos existe el licor
y puedo olvidar
una vida vacía
a través de los ojos
de las cucarachas:
Noches estúpidas
escapando
de la maquinaria de los relojes.
Sin embrago, puedo ver la televisión
hasta tarde.
Solo voy a decir una palabra:
Sentido.
Con la mirada fija en el volante.
Circunspecto.
Con cara de ascensorista que monta una bicicleta.
Con cara de mueco que va al dentista.
No suele escuchar
el adiós
de los sueños que se mueren cada día
Kilómetros y kilómetros
de amargura.
Conductor desvencijado
Chatarra en el silencio
Papel o tijera.
Llévame a centros comerciales;
seria delicioso caminar en círculos
como ratas perdidas
en las rebajas.
Dependientes, cera y zapatos de tacón
Supermercados, cepillos de dientes
Y papel higiénico
El mundo gira
En fríos contornos
Tira los dados y avanza
Respira el aire artificial
de las compras a crédito.
Seguro que necesitamos
más basura electrónica.
Cuchillas de afeitar tiradas por el suelo
y pantalones sucios en las puertas
como preparando el regreso de los dioses.
Cristales empañados
tejidos deshilachados
como condones usados.
Prostitutas abandonadas en la carretera.
Seguro que un cajero electrónico
vomitaría
por tantas lagrimas
vertidas
en casas embargadas
a familias con cinco hijos.
Ademas, el sexto viene en camino.
Que alegría
despertarse con el sonido
de mil cuchillos
provenientes de una lengua retorcida
¿Querrá vomitar o
comer?
Espuma fría de borracho,
Leche vencida.
Bienvenido a la paternidad
de nuevo.
Felicidades.
Has adquirido
Una criatura.
Si acaso me acordara
de pagar los recibos
no cortarían la luz,
no gritaría al pobre cajero
para después darle la razón y comprenderlo
y mandarlo a su casa
con olor a operaciones, transacciones, cobros y anticipos.
Pobre mujer
debe ser insoportable
ser la mujer
de un cajero triste y sin ninguna esperanza.
Sin futuro pero con corbata.
Sin dinero pero con amor.
¿No le habrán metido
un billete falso?
Por todas partes
policías inconclusos,
multas,
perros revolcándose en la basura
arrastrando su hocico goloso,
buscando una excusa
para arruinar el día
de personas inciertas, inseguras
intercambiables,
reemplazables, prescindibles
pero únicas.
Fabrica de materiales de construcción
Ocho horas diarias.
Ocho euros la hora. Festivos doce.
Al menos existe el licor
y puedo olvidar
una vida vacía
a través de los ojos
de las cucarachas:
Noches estúpidas
escapando
de la maquinaria de los relojes.
Sin embrago, puedo ver la televisión
hasta tarde.
Solo voy a decir una palabra:
Sentido.
Con la mirada fija en el volante.
Circunspecto.
Con cara de ascensorista que monta una bicicleta.
Con cara de mueco que va al dentista.
No suele escuchar
el adiós
de los sueños que se mueren cada día
Kilómetros y kilómetros
de amargura.
Conductor desvencijado
Chatarra en el silencio
Papel o tijera.
Llévame a centros comerciales;
seria delicioso caminar en círculos
como ratas perdidas
en las rebajas.
Dependientes, cera y zapatos de tacón
Supermercados, cepillos de dientes
Y papel higiénico
El mundo gira
En fríos contornos
Tira los dados y avanza
Respira el aire artificial
de las compras a crédito.
Seguro que necesitamos
más basura electrónica.
Miér Abr 17, 2024 4:52 pm por caminandobajolalluvia
» Déjame unir mi mano con la tuya...
Miér Abr 17, 2024 4:50 pm por caminandobajolalluvia
» Tu rostro...
Lun Abr 15, 2024 3:55 am por caminandobajolalluvia
» Memoria de tu luz, cuerpo bohemio...
Mar Abr 09, 2024 9:05 pm por caminandobajolalluvia
» Mi ciudad
Jue Abr 04, 2024 1:08 pm por caminandobajolalluvia
» Mujer -reclamo tus rosas-
Jue Abr 04, 2024 1:02 pm por caminandobajolalluvia
» La huella del amor...
Jue Abr 04, 2024 1:01 pm por caminandobajolalluvia
» Desnuda cadencia...
Jue Abr 04, 2024 12:59 pm por caminandobajolalluvia
» Son claveles...
Jue Abr 04, 2024 12:55 pm por caminandobajolalluvia