El fin de las tragedias
Hoy mataste mi persona,
fue con un tiro de olvido,
lo demás es bien sabido,
un cajón y una corona.
Así tu amor me abandona
y yo abandono este mundo,
no volveré a lo fecundo
de la alegría que tuve,
ni a la flecha del querube,
ni al entregar lo profundo.
Hoy también tú te me has muerto
del mismo tiro homicida,
a mi me quita la vida,
a ti mi amor y mi puerto.
Nunca más a tajo abierto
te entrego el pecho y la boca,
mi voz se vuelve de roca
mientras te vuelves silencio
y el llamarte ya no agencio
ni si el dolor me sofoca.
Fue mucho pedir el cielo
y ahora ver que lo tumbas,
que sueño a sueño derrumbas
los tantos mutuos de anhelo.
La vista pierdo en el suelo,
buscando el camino a casa,
la pista la da esta brasa
de mi amor que ya se extingue
y que en nada se distingue
de un incendio que me arrasa.
En fin, muerto y calcinado,
sin ser fénix, resucito,
lo bueno doy por bendito,
lo malo por sepultado.
Me pena si allí has quedado,
me alegra si tras el duelo
puedo remontar el vuelo
sin cargar con las cenizas,
ya las esparcen las brisas
y es mi llorar un consuelo.
Ahora empieza a llover,
ya dejo este cementerio,
el amor es un misterio
aún tras en él caer.
Es mejor todo querer
que pedir y darse a medias,
el resto sólo comedias
de engaños y malas artes,
hoy, que me alejo y que partes,
es el fin de las tragedias.
http://fuerteyfeliz.bligoo.cl/
20 09 13
Hoy mataste mi persona,
fue con un tiro de olvido,
lo demás es bien sabido,
un cajón y una corona.
Así tu amor me abandona
y yo abandono este mundo,
no volveré a lo fecundo
de la alegría que tuve,
ni a la flecha del querube,
ni al entregar lo profundo.
Hoy también tú te me has muerto
del mismo tiro homicida,
a mi me quita la vida,
a ti mi amor y mi puerto.
Nunca más a tajo abierto
te entrego el pecho y la boca,
mi voz se vuelve de roca
mientras te vuelves silencio
y el llamarte ya no agencio
ni si el dolor me sofoca.
Fue mucho pedir el cielo
y ahora ver que lo tumbas,
que sueño a sueño derrumbas
los tantos mutuos de anhelo.
La vista pierdo en el suelo,
buscando el camino a casa,
la pista la da esta brasa
de mi amor que ya se extingue
y que en nada se distingue
de un incendio que me arrasa.
En fin, muerto y calcinado,
sin ser fénix, resucito,
lo bueno doy por bendito,
lo malo por sepultado.
Me pena si allí has quedado,
me alegra si tras el duelo
puedo remontar el vuelo
sin cargar con las cenizas,
ya las esparcen las brisas
y es mi llorar un consuelo.
Ahora empieza a llover,
ya dejo este cementerio,
el amor es un misterio
aún tras en él caer.
Es mejor todo querer
que pedir y darse a medias,
el resto sólo comedias
de engaños y malas artes,
hoy, que me alejo y que partes,
es el fin de las tragedias.
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20 09 13
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