Sobre un araguaney
volaba un turpial,
perdió el equilibrio
y cayó a un lodazal.
Una hermosa orquídea
de pétalos grandes
le vio malherido
y a gritos quejarse:
“¡Ay, que desgraciado!”
¡Pobre de mí!
lloraba con pena
intentando salir.
El araguaney
viéndolo en apuros,
inclinó su tronco
todo cuánto pudo.
La orquídea estirada
del tronco colgada,
le sacó del pico
sin mancharse nada.
Las patas, las alas,
muy sucio del barro
los dos decidieron
en el río soltarlo.
El turpial nervioso
no sabía nadar,
y movía las alas
hundiéndose más.
La orquídea y el árbol
al turpial salvaron,
aunque en el intento
los dos se empaparon.
Ayer a las 4:52 pm por caminandobajolalluvia
» Déjame unir mi mano con la tuya...
Ayer a las 4:50 pm por caminandobajolalluvia
» Tu rostro...
Lun Abr 15, 2024 3:55 am por caminandobajolalluvia
» Memoria de tu luz, cuerpo bohemio...
Mar Abr 09, 2024 9:05 pm por caminandobajolalluvia
» Mi ciudad
Jue Abr 04, 2024 1:08 pm por caminandobajolalluvia
» Mujer -reclamo tus rosas-
Jue Abr 04, 2024 1:02 pm por caminandobajolalluvia
» La huella del amor...
Jue Abr 04, 2024 1:01 pm por caminandobajolalluvia
» Desnuda cadencia...
Jue Abr 04, 2024 12:59 pm por caminandobajolalluvia
» Son claveles...
Jue Abr 04, 2024 12:55 pm por caminandobajolalluvia