En la cuesta

En la cuesta

Eres, pero ya mueres, no te aflijas,
ninguno sale vivo de esta fiesta,
y no por ello vale hacer la siesta
cuando puede ser tuyo lo que elijas.

Mas esto no es en oro o baratijas,
más bien en lo que cargues en la cuesta,
esmero, libertad, propia respuesta
con que saciar la sed de tus vasijas.

En ello también va lo que dirijas,
tu propio corazón, la entrega honesta
de entre dos anudar tus dos sortijas.

La una es el amor, fe la que resta
y hasta el fin brillarán, mientras exijas
en tu ascensión mortal jugar tu apuesta.

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27 08 13