El encargo

El encargo

No hay culpa en la poesía
de que se nazca sin cuna,
de que nos vendan la luna
y ande atrás la policía.
Tampoco en la economía
culpa suya es la pobreza,
más culpable es el que reza
y se limpia en el que canta,
no es culpable la garganta
del grito que la atraviesa.

No es culpa del buen poeta
que escribe lo que sucede,
así en dolores se quede
y en cielos sin más cuarteta.
La culpa es de quien prometa
sin cumplir con su palabra,
culpable el que descalabra
a su pueblo y a su gente,
no el que escribe limpiamente
aunque el cielo no se le abra.

Basta ya de pagar culpas
por los platos que otros rompen,
en silencio nos corrompen
y jamás piden disculpas.
Sé que al cantar no te exculpas,
pero asumes tu postura:
no más flor de la basura,
no más canto relamido,
sí bien claro el estampido
contra el mal y su impostura.

Quiero un mundo de colores,
quiero al hombre libre y pleno,
si nacer no ha sido bueno,
que el vivir sea de amores.
Ya se acaben los dolores
del que explota y del que humilla,
esta tierra es maravilla,
no un cubil de tiempos malos,
los días sean regalos
y las noches, flor que brilla.

A eso vengo y nada cargo,
nací pobre y rico vivo,
el oro del sol recibo
y la fuerza de lo amargo.
Ser mejores es mi encargo
para bestias, piedra y hombre,
no pretendo otro renombre
que el de amar humildemente
y al cantar lo que se siente
verte aquí junto a mi nombre.

http://fuerteyfeliz.bligoo.cl/

06 07 13