Amén 2012
Padre mío, que estás en estos cielos de mi alma,
donde tan pocos llegan y ni yo suelo ir,
veo estrellas tan negras y bajo ellas sin calma
veo un hombre tan triste por no querer morir.
En tal trance agradezco por el grillo y la brisa,
por las aves que cantan, por la flor del baldío,
en tal gesto valoro la palabra y la risa
y un corazón que tiembla repitiendo un Dios mío.
Hijo soy de mi pena, de mi yerro y mis males,
huérfano de esperanzas, de poder y de luz,
fratricida del agua que el amor da a raudales,
parricida del sueño que heredé de tu cruz.
Mi oración sin destino es lo que vengo a entregarte,
ya no sé que ofrecerte, ya no sé qué pedir,
dame lo que merezca, toma lo que me aparte
de encontrarme a mi mismo, de abrazarme y vivir.
También quiero pedirte por el mejor amigo,
que en su propio silencio puentes alza en el mar,
sangra en cada batalla y es su propio enemigo,
déjale la victoria de rendirse y soñar.
Dame tu beso, padre, cual al hijo perdido,
que yo he dado el de judas sin denarios contar,
sin seguro ni fianza mi ilusión he vendido
y he buscado una dicha que no puedo comprar.
Laberinto del miedo, celda de mi mentira,
de mi mismo los libro, cual de abismos a un tren,
es mi pecho la llave y es mi vida que gira,
que esta sea la puerta, gracias, padre, y amén.
http://fuerteyfeliz.bligoo.cl/
22 09 12
Padre mío, que estás en estos cielos de mi alma,
donde tan pocos llegan y ni yo suelo ir,
veo estrellas tan negras y bajo ellas sin calma
veo un hombre tan triste por no querer morir.
En tal trance agradezco por el grillo y la brisa,
por las aves que cantan, por la flor del baldío,
en tal gesto valoro la palabra y la risa
y un corazón que tiembla repitiendo un Dios mío.
Hijo soy de mi pena, de mi yerro y mis males,
huérfano de esperanzas, de poder y de luz,
fratricida del agua que el amor da a raudales,
parricida del sueño que heredé de tu cruz.
Mi oración sin destino es lo que vengo a entregarte,
ya no sé que ofrecerte, ya no sé qué pedir,
dame lo que merezca, toma lo que me aparte
de encontrarme a mi mismo, de abrazarme y vivir.
También quiero pedirte por el mejor amigo,
que en su propio silencio puentes alza en el mar,
sangra en cada batalla y es su propio enemigo,
déjale la victoria de rendirse y soñar.
Dame tu beso, padre, cual al hijo perdido,
que yo he dado el de judas sin denarios contar,
sin seguro ni fianza mi ilusión he vendido
y he buscado una dicha que no puedo comprar.
Laberinto del miedo, celda de mi mentira,
de mi mismo los libro, cual de abismos a un tren,
es mi pecho la llave y es mi vida que gira,
que esta sea la puerta, gracias, padre, y amén.
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22 09 12
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