Rosas rojas para el clan

Rosas rojas para el clan

Rosas rojas para el clan,
de los que en sueños asoman,
de los que invisibles toman
las manos en que no están.
Así desde mi se van
hacia aquel pecho y su vida,
cada cual sin despedida
por los momentos felices,
con ellos como raíces
nos de el amor bienvenida.

Así canto, compañeros,
por el que fue y el que viene,
ese al que nada detiene,
pues suyos son los senderos.
Los hijos de los obreros,
del labrador, del que enseña
se acercan como a la leña
cuando en la noche caminan
y saben que se destinan
al canto del que más sueña.

Van por mares, van por montes,
por nubes, por mil poblados,
van por redes y sembrados,
por la tierra y sus aprontes.
Son suyos los horizontes,
las luchas y los escuelas,
los niños y las abuelas
los ven pasar decididos
y tantos detrás son idos
que crecen sus parentelas.

Algunos dicen que han muerto,
más yo los veo en la marcha,
si bien cubiertos de escarcha,
sin bien bajo aquel desierto.
Yo los veo y voy despierto
gracias a su noble mano,
si murieron no fue en vano,
si no están es que ya vienen,
ni los buitres los detienen,
ni el corrupto ni el tirano.

Así a este jardín regresan
de la traición y el engaño,
ni ovejas son ni rebaño,
sólo gigantes que besan.
Otra vez su lucha empiezan,
otra vez canto a su lado,
un surco nos han dejado
donde sembrar la semilla,
así este rosal ya brilla
con su ejemplo enamorado.

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11 09 12