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por Versos en el aire
(Poema a dúo: Leyre y Caminandobajolalluvia)
Ser poeta, es tener ganas de volar sin alas, irrumpir, fragmentar una realidad iluminada
...terruño del mar, océano y vertiente,
légamo de sal, y amor ardiente
flor y bosque en céfiro elocuente
caliginosa espera en ardua noche, sientes...
siento... te siento poeta
durmióse en el mar, la paloma que se ha ido...
dulce como pez, y caoba ensueño pido
para blanquear la sábana del viento anochecido
y el juglar en alas de tu sueño malherido...
provocas en mi una felicidad maravillosa, un horizonte con rumbo, un arco iris de colores
un pecho de frenesí, casto durmiente
eco de navío en flor legitimada
sombra que se adueña del horizonte, murmurada...
Eres y no eres mi suspiro
en la cadencia de mi voz en el zafiro
en tu doncella donde atañes tus pies sobre la cima
vertiente y desnudez, de paloma ciega, prístina!
dicen tantas cosas tus palabras, son ríos que fluyen por mi monte, desconcierto, esperanza una luna en tu mirada
Maniatado de tu centro, tu agua cincelada
escoba que se adueña del polvo que ella emana
cincel, pulcro alabastro, sosiego murmurado...
Ese humo tuyo me llevaba
era de la nube riachuelo y nos tomaba
aletargando el frenesí, cálido suspiro...
tu voz en el latido, me esperaba...
nutridos, como dos estrellas adustas en el cielo
hilvanando la sombría noche y era de un anzuelo
cruzando entre las piernas narrativas
aquél que me preñaste, con coplas hilvanaste
encajes que nos encendían
tu júbilo soez, piernas altivas...
noche voluptuosa a la esperanza
murmullo y elocuencia en tu risa que encendía
la palabra de tus días...
vagabundos somos, hermoso poeta
Prístina Guitarra, aleo de la estrella titilante
de altares sobre la tierra
vertiente y hacia el mar estrella rutilante...
sobre la tierra
el mar vertiginoso nos separa
y nos une en la maleza de tus ríos
flamantes como estíos
de desconcierto tus ojos cuando me miraste
tu voluntad, tus alas
y las alas me robaste
los labios humeantes cual deseo
mirada al devaneo
de tus pies, helados cierzos
de llegar a tu boca, mi príncipe
campanas que en la víspera son alas
perdido en el ocaso de tu resplandor secreto
aljibe que dormía
palabra que vestía tu sombra y tu mirada
de fuego encarcelada..
la imagen de tu cuerpo en mi alcoba
y hallaste, en mi sendero
la miel del amor primero
hundida entre tu alcoba
palabra de doncel que se acrisola
desde tu pecho en el navío
que va sobre tu cuerpo
a melodía
todo un oropel de cestos, amapolas que en el viento, a mi piel llegabas
de tu rostro claro
bajo tu amparo
y el color del día mutilabas
con las cortinas de tu piel, que me robabas
y el cielo se caía
en tu vientre y dulzor, que amanecía
vestida de claro
y de ilusión que contraía mi silencio
tras tu llanto,
qué mudo espanto! llagar la sombra fiera
de tus ojos, de tu boca, pero satisfechos de ver la belleza, de dos cuerpos transitados, uno encima del otro, eternos
de tu sombra la sombra primera
llama a la diadema que coronaste
en mi última palabra,
durmiendo en ti el sosiego
del mar
a la orilla del apego…
Fantasma vertiginoso nos espiara
y en su júbilo la tez mudo clamara...!
(Poema a dúo: Leyre y Caminandobajolalluvia)
Ser poeta, es tener ganas de volar sin alas, irrumpir, fragmentar una realidad iluminada
...terruño del mar, océano y vertiente,
légamo de sal, y amor ardiente
flor y bosque en céfiro elocuente
caliginosa espera en ardua noche, sientes...
siento... te siento poeta
durmióse en el mar, la paloma que se ha ido...
dulce como pez, y caoba ensueño pido
para blanquear la sábana del viento anochecido
y el juglar en alas de tu sueño malherido...
provocas en mi una felicidad maravillosa, un horizonte con rumbo, un arco iris de colores
un pecho de frenesí, casto durmiente
eco de navío en flor legitimada
sombra que se adueña del horizonte, murmurada...
Eres y no eres mi suspiro
en la cadencia de mi voz en el zafiro
en tu doncella donde atañes tus pies sobre la cima
vertiente y desnudez, de paloma ciega, prístina!
dicen tantas cosas tus palabras, son ríos que fluyen por mi monte, desconcierto, esperanza una luna en tu mirada
Maniatado de tu centro, tu agua cincelada
escoba que se adueña del polvo que ella emana
cincel, pulcro alabastro, sosiego murmurado...
Ese humo tuyo me llevaba
era de la nube riachuelo y nos tomaba
aletargando el frenesí, cálido suspiro...
tu voz en el latido, me esperaba...
nutridos, como dos estrellas adustas en el cielo
hilvanando la sombría noche y era de un anzuelo
cruzando entre las piernas narrativas
aquél que me preñaste, con coplas hilvanaste
encajes que nos encendían
tu júbilo soez, piernas altivas...
noche voluptuosa a la esperanza
murmullo y elocuencia en tu risa que encendía
la palabra de tus días...
vagabundos somos, hermoso poeta
Prístina Guitarra, aleo de la estrella titilante
de altares sobre la tierra
vertiente y hacia el mar estrella rutilante...
sobre la tierra
el mar vertiginoso nos separa
y nos une en la maleza de tus ríos
flamantes como estíos
de desconcierto tus ojos cuando me miraste
tu voluntad, tus alas
y las alas me robaste
los labios humeantes cual deseo
mirada al devaneo
de tus pies, helados cierzos
de llegar a tu boca, mi príncipe
campanas que en la víspera son alas
perdido en el ocaso de tu resplandor secreto
aljibe que dormía
palabra que vestía tu sombra y tu mirada
de fuego encarcelada..
la imagen de tu cuerpo en mi alcoba
y hallaste, en mi sendero
la miel del amor primero
hundida entre tu alcoba
palabra de doncel que se acrisola
desde tu pecho en el navío
que va sobre tu cuerpo
a melodía
todo un oropel de cestos, amapolas que en el viento, a mi piel llegabas
de tu rostro claro
bajo tu amparo
y el color del día mutilabas
con las cortinas de tu piel, que me robabas
y el cielo se caía
en tu vientre y dulzor, que amanecía
vestida de claro
y de ilusión que contraía mi silencio
tras tu llanto,
qué mudo espanto! llagar la sombra fiera
de tus ojos, de tu boca, pero satisfechos de ver la belleza, de dos cuerpos transitados, uno encima del otro, eternos
de tu sombra la sombra primera
llama a la diadema que coronaste
en mi última palabra,
durmiendo en ti el sosiego
del mar
a la orilla del apego…
Fantasma vertiginoso nos espiara
y en su júbilo la tez mudo clamara...!
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