Converso con mi corazón

Converso con mi corazón

Claro que sé bien que estás
encarcelado conmigo,
pero las llaves, mi amigo,
son tuyas, de nadie más.
Sé que algún día te irás,
dejándome en este estado,
tú libre, yo aquí encerrado
esperando me liberes,
con un beso si tú quieres,
cual hoy pido y no me has dado.

De hombre a hombre te he querido,
generoso y sin pedir
más que tu beso al partir,
que me libre del olvido.
Condenado me has tenido
a la espera y la agonía
de tus pasos, de tu hombría
que tanto amor confesaba
y entre mis brazos se daba,
creciendo junto a la mía.

Tuvo la noche el sabor
de nuestros cuerpos ardiendo,
astro por astro fundiendo
por darle al alba calor.
Vencidos en el fragor
no vimos venir el día,
puerta triste que se abría
para tu adiós sin regreso
y he aquí que sin tu beso
de pronto mi alma es vacía.

Tu calor quedó en mi almohada,
mi fuego quedo en tu piel,
pero no hay beso y sin él
toda mi pasión es nada,
mi boca muere callada,
mi vida cae con ella,
vuelve a mis labios y sella
los pactos de tu partida,
si un beso fue bienvenida
que otro despida tu estrella.

Así al menos un alivio
me dará el volverme viejo,
sin dudas tras de mi espejo,
sin más que un dolor que entibio.
Así guardaré en lo tibio
de mi amistad sin fronteras
los tiempos de mis quimeras,
los años que erramos juntos
y, amigo, en nuestros asuntos
mi querer y el que me quieras.

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20 08 12