VANA ESPERANZA.

Vana esperanza, vana
morir no puede ahora,
quien para enternecerse
ante su espejo llora
mejor hubiese sido
un fin por cumplimiento
que preferir por tormento
un lucido desdén.

Pues del matiz de la suerte
jamás encontrará
más transparente muerte,
ni más castas separaciones
que ninguno osó oponer.

A más corta la distancia
más soplo su raptor,
que implorando a la noche
su resplandor resistía
con el alma ebria
de silencio y gloria
que a la noche perfecta
la esperanza hizo creer.

Tiemblan dos cuerpos
radiantes en su esencia
que la blanca paz quede
en púrpura al perder,
y bella de ser tan débil
y al extremo ser
una vana esperanza
que al árbol vaporoso
se llegó a aparecer.