El desvelado

El desvelado

Me dijeron que no, no soy poeta,
usted, señor, es sólo un relamido,
un mal predicador de lo que ha sido,
un torpe buscador del gran profeta.

¿No ve cruzar su pecho la saeta,
no ve aquellas serpientes en su oído,
cómo pretende así soñar dormido,
cómo vivir si a muerte es lo que reta?

Regrese a su burdel, ice un cometa,
pero no escriba más, que no ha servido
su pluma ni al amor ni a la retreta.

Entonces desperté y aquí ha venido,
¿es esta la partida o es la meta?
Yo sé que lo anoté, pero lo olvido.

02 06 12