El navegante

El navegante

Señales, yo busco señales
en aguas del río, en el sol de las tardes,
en viejas pizarras de escuelas perdidas,
entre los avisos de un diario arrugado,
después de la lluvia, en los charcos que quedan
después del otoño en la helada y el frío,
en cada mirada que enfrenta o rehúye
la flor del paisaje, el incendio de un beso,
la boca perdida, los pasos guardados
en grandes cajones bajo las costillas,
en litros de sangre, moviendo los arcos
del nervio y el músculo atado a la herida
que llamamos vida, que apenas honramos,
buscando señales, señales que aclamo
de un cielo propicio, de un cirio preclaro
que alumbre, que entibie la sed que conjugan
los verbos del hombre que ocultan silencio,
que acallan verdades, tapándose a gritos,
vendándose el ojo que acecha en el pecho,
la boca del alma, la lengua del verso,
la simple bondad de ir a solas y adentro,
buscando señales, señales sin precio,
yo busco señales, yo busco tu encuentro.

28 05 12

Buscas esa mirada que se te ha perdido, esa voz que sabes está en el aire, pero no logras oírla amigo, buscas sus pisadas que ya no van acompañadas de las tuyas... buscas... lo que se te ha perdido, pero que quizás... jamás has tenido.
Hermoso versos que hacen a uno volar y escribir tonterías como estas que yo he escrito, disculpas compañero.
Muy bueno tus versos, te sigo leyendo.

Jajajaja, las únicas tonterías, compañera, son las que yo he publicado y que tú tan tiernamente desmenuzas. No hay disculpas, sólo mi gratitud y mi cariño.