El vigilante

El vigilante

Echan leña al ocaso todos los amantes
y suspiran como el traje de una boda suspendida,
en tanto los cajeros sueñan con asaltos
de hermosas rubias de botitas de charol.
Los niños por su parte, cabizbajos,
cultivan la hermosura de besarse en el silencio,
de no creer que aquellos libros forman todo el horizonte,
de no olvidar que los amaron para amar a quien lo pida.
Tan sólo yo vacilo, ajeno a los balazos,
al cuerpo, a la dulzura, a la palabra que registro
en un ataúd abandonado, vigilando tanta fiesta.

23 05 12

Vigilante...esa palabra resuena con fuerza en mi mente, como socorrista que soy. Vigilante...cuatro sílabas para algo que cuesta muchas más palabras llegar a explicar; vigilante...siempre vigilante.

Conozco el mérito amigo, un abrazo de ánimo y comprensión.

Ah, bien entonces por tu trabajo, vigilante de cielo, mar y tierra, que nada escape de tu ojo y de tu oído, hay más olas que en el mar y más mareas que en las costas de la tierra. Saludos, Óscar.-