Amigo

Sé que tu mirada
se aproxima a hurtadillas
desde la distancia.

Secreto sedoso que asciende
peldaño a peldaño
la cuesta vertebral
de la esperanza.

Y sin volverme,
tu mano invisible
acaricia mi pelo reverente;
mientras me finjo ausente
a la noción de tu presencia.

Y es tanta la ternura
que destilas,
que quisiera
poder corresponderte.

Pero es un sentimiento quieto
y no hay viento
que atice las brasas
e incinere el fuego.

Y adivino el destello
dulce de tus ojos
mientras los míos
se apagan
y se ahondan huecos.

Así que, amigo, por favor. . .
desprende mi silueta de tus ojos
que aunque me ames a así;
. . .yo amo a otro.

La sinceridad, Lilia, es tal vez uno de los factores más importantes dentro de las relaciones humanas... y la tuya, en tu poesía, no puede menos que ser entendida, aceptada y comprendida. Muy bello poema, me ha gustado mucho.

Dulce forma, llena de amor, de dar una negativa. Muy bueno... como siempre.

Excelente!!
Un abrazo.