EL PLACER DE NACER.

Cómo te adoro en esta larga mirada
que en paz blanca me queda
como el humo oloroso
ofrecida, total y consumada.

Crepitas en mi pecho
emerges y compones de aurora
el placer de nacer
y de éxtasis vestida.

Más morir no puedo ahora,
ni a tus nubes felices prometidas
ni al incienso que inspira
las formas infinitas en el oro que me cantas.

Pero al menos pregúntate
por qué disputa el alba clara
o miente, pero conoce
el hilo que tu barca
me tejió hasta la misma playa.

Y encontrar el mejor de los nidos
de caricias de amante,
en tu ofrenda adorable
y beber así tu amargura
por lo vivo del aire.

Sintiéndome abrazada y recibida
en tu rostro la llamada del mar,
y por mi piel el despertar
del placer de nacer
en onda fuerte y dulce
sobre la onda abatida.

Qué belleza!!!

Me sumerjo en un oasis de éxtasis, de ebrio cantar, de nutrida paloma, de verde mar, de frescura y de antojo en una bermeja aurora que toma mi respiración y devuelve mil haces de frescura en la comarca de tu frenesí!

Maravilloso, Leyre!!!!

Qué dulzura!!!!

Inspiras con tu inspiración!!!!

Tu verso es admirable!!!

Bellísimo y grandioso!!!!

Un abrazo, Poetisa bella!!!

Otro abrazo para ti, poeta.

Te reitero mi saludo y mi admiración por la delicadeza de tus versos. Bravo, poetisa.-