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por julio madriaga Jue Ene 05, 2012 12:20 amSuspiros entrecortados, gemidos casi de llanto, me llamaron la atención y cual furtivo ladrón me acerqué a tu dormitorio, tu puerta apenas cerrada me dejó robar de tu escena, los mas ardientes poemas que jamás me imaginara.
Envuelta en tu soledad con tus ojos apretados, deshojabas tiernamente las flores de tu jardín, en tu mente fantasías dibujaban tus riveras, con tus manos primaveras por las praderas de Onán.
Transpiraban mis entrañas mientras tu cuerpo desnudo, se embriagaba con caricias retorciéndose de gozo, tus caderas se elevaban mientras tus dedos rozaban, con firme y tierna emoción, el cáliz de la lujuria, mezclabas placer y furia retorciéndote de gozo.
Vaya uno a saber, que te enseñaban tus sueños, te pusiste de rodillas, con la cabeza en la almohada, te recostaste de lado, te estiraste, te arrollaste, tus manos acariciaban la tersa piel de tus pechos, luego volviste al altar y en un suspiro de ensueños, casi lloraste en un tierno, himno de gracias al cielo.
No sé que fue lo que hizo que no invadiera tu alcoba, apenas si respiraba cuando di un paso hacia atrás, sentí que había robado de tu tierna intimidad, las imágenes que nunca voy a poder olvidar.
Volví a mi cama sediento y ya casi sin aliento, repitiéndome en la mente las imágenes vividas, no sé si podré mañana tratar de verte a los ojos, sin que notes los paisajes que has sembrado en mi cabeza y el licor que he derramado recordando tu belleza...
Envuelta en tu soledad con tus ojos apretados, deshojabas tiernamente las flores de tu jardín, en tu mente fantasías dibujaban tus riveras, con tus manos primaveras por las praderas de Onán.
Transpiraban mis entrañas mientras tu cuerpo desnudo, se embriagaba con caricias retorciéndose de gozo, tus caderas se elevaban mientras tus dedos rozaban, con firme y tierna emoción, el cáliz de la lujuria, mezclabas placer y furia retorciéndote de gozo.
Vaya uno a saber, que te enseñaban tus sueños, te pusiste de rodillas, con la cabeza en la almohada, te recostaste de lado, te estiraste, te arrollaste, tus manos acariciaban la tersa piel de tus pechos, luego volviste al altar y en un suspiro de ensueños, casi lloraste en un tierno, himno de gracias al cielo.
No sé que fue lo que hizo que no invadiera tu alcoba, apenas si respiraba cuando di un paso hacia atrás, sentí que había robado de tu tierna intimidad, las imágenes que nunca voy a poder olvidar.
Volví a mi cama sediento y ya casi sin aliento, repitiéndome en la mente las imágenes vividas, no sé si podré mañana tratar de verte a los ojos, sin que notes los paisajes que has sembrado en mi cabeza y el licor que he derramado recordando tu belleza...
» Déjame unir mi mano con la tuya...
» Tu rostro...
» Memoria de tu luz, cuerpo bohemio...
» Mi ciudad
» Mujer -reclamo tus rosas-
» La huella del amor...
» Desnuda cadencia...
» Son claveles...