Pandemia del temor

Pandemia del temor

Alguien clavaba, un árbol se mecía,
era mayo, era tarde, era farmacia,
no sólo respirar era desgracia
también el meditar en lo que había.

Un asco, un perdurar, una agonía
y el beso de una boca triste y lacia,
y un sol frío que nutre la falacia
de un día que no es más que sólo un día.

Y el tedio y el reloj y la porfía
del ver sin resignarse la eficacia
de un mundo que al matarnos no moría.

Y enfermos sin dudar y sin gimnasia,
miedosos tras la cura que no había,
pastillas de color en la acrobacia.

18 05 11

A veces cuando visito un hospital, me siento así, como describe tu soneto.
Fuera de lo que acabo de decir, que buenas rimas compañero, felicidades poeta.
KAINA