Advertencias sobre la alegría

Advertencias sobre la alegría

Cuídese, buen señor, de la alegría,
no hay látex ni abstinencia que la evite,
está por donde quiera que transite,
no es seguro que dure todo el día.

No se sabe si es fiel su compañía,
pues puede que de pronto deshabite
sus brazos y sus sueños, su escondite,
y lo exponga a una vida triste y fría.

Lo cierto es que anda allí, libre a porfía,
como perro sin dueño que la invite
a echársele a los pies y a que sonría.

Usted, que la amarró, ha de hacerle el quite,
pues hemos liberado a la jauría
y risas ha de hallar donde nos grite

10 04 11

Así es compañero, tú lo has dicho, nadie jamás podrá amarrar a la alegría, abrazos y te sigo leyendo.