En noches de entrega

En noches de la entrega

En los albores de esta semejanza,
de tu piel y mi piel y el gran delirio,
recuerdo que gemimos sin martirio
por darnos al placer de la acechanza.

Poseo tu ciudad y tu pujanza,
registro en ti la luz cual viejo asirio
y entierro en tu heredad tallos de lirio
que fundan tu placer y mi confianza.

Desechos por la sed, crece la alianza
de bocas, de secretos, de un colirio
que estalla en la visión de mi labranza.

Brillante en desnudez cual fulge Sirio
la tierra es nuestra en toda su esperanza,
tú y yo somos su miel, y yo tu cirio.

26 03 11

Un soneto amargo pero al mismo tiempo esquisito.

Buena tu inspiración espero siga, y nos compartas poeta, un abrazo.

KAINA

Por qué amargo, compañera? Besos, Óscar.-