EL ENIGMÁTCO DOCTOR L (V)

Atinaba a ver como se explayaba la Avenida A,rumbo,en noche lúgubre,al puerto C;era amplia,algunos que otros vehículos motorizados discurrían por sus dos carriles,al oir la increpada de la niña de aspecto cadavérico giré mi vista al monumento DM y me acordé del objetivo por el cual había salido de mi departamento,a las once de la noche,atiné a decirle que dejara de perseguirme y que ya sabía que es lo que iba hacer,ella se alejó balbuceando un ¡te vas a joder!.Alejada ella,salí bruscamente del ruedo humano que se había formado alrededor del ruletero,enrumbé con dirección a la primera cuadra de la Avenida CL.Cuando llegué a esta,me posesioné como observando el languidecimiento de la avenida con dirección al Puerto C.Era raro,sumamente raro,que en los alrededores y en el lugar donde estaba pernoctando,se encontraran desiertos de vehículos y de personas,tampoco había rastros de la presencia del librero,a quien había conocido hacía tres días y por quien precisamente me encontraba en ese lugar,para que me facilitara una entrevista con el Doctor L.Divagaba,la noche seguía su curso inperturbable,en eso sentí una mano delicada que me tocaba el hombro,al virar a ese encuentro me hallé frente a una chica que no frisaba más allá de los veinte años,esbelta,de piel de una blancura de nieve eterna,ojos grandes,labios insinuantes y pálidos,cabellos castaños ondulados,medios cortos y con un traje que le llegaba hasta las pantorrillas,de una coloración celeste opaco.Mayúsculo fue mi asombro cuando me dijo que me estaba esperando desde hacía tres horas y que el librero ya se había retirado a cumplir otras diligencias,con otros individuos casi similares a mi estado y que se habían presentado al día siguiente de mi estadía en la librería y que en ese momento ya sumaban miles que trataban de hallar al Doctor L.Sacando mi cuenta,según mis cálculos,serían más o menos las dos de la madrugada del día siguiente;este hecho,de como el tiempo transcurría sin que me diera cuenta

de su velocidad vertiginosa, me comenzó a inquietar,por que convenía que en la Plaza UN,sólo había estado diez minutos.Divagaba en el hecho de que tal vez el transtorno mental iba apoderándose de mi ser.Estando en estas divagaciones desperté nuevamente a la realidad,cuando la chica me conminó a seguirle con rumbo a la Avenida UA,ésta se extendía imperturbablemente hacia el Oeste,con una leve niebla zigzageante,que trastocaba la monotonía de la madrugada,que se desenredaba de sus besos con la noche.La chica de marras me hablaba de llegar al Hospital L,,que a ese lugar ingresaría por un tiempo que no excedería de doce minutos,el motivo no me lo manifestaba,sino que yo la esperaría en la puerta del nosocomio,siempre observando el interior.Ella entró por la puerta principal sin ningún contratiempo,al cabo de los doce minutos,que me parecieron un siglo de vida,salió acompañada de la niña de aspecto cadavérico,a quien lo había visto en la Plaza UN,la niña no se sorprendió al verme,en cambio yo me sorprendí por hallarla frente a mi ,también por que ella vestía una bata azulina,lo que connotaba que era paciente de dicho hospital.Los tres cruzamos la Avenida de cuatro carriles con dirección al Hospital CR,llegando a este nosocomio,sólo ingresaron las dos mujeres,cuando yo estaba transponiendo la entrada principal,fui bruscamente impedido por los dos guardianes que custodiaban dicha entrada,argumentando que sólo ingresaban aquellos que tenían una enfermedad incurable,para nunca más salir de el.Estuve por decirles que yo padecía de una enfermedad incurable y que ellas me iban a ayudar a encontrar al Doctor L,sólo balbucié: él me espera,el sarcasmo de sus rostros y las carcajadas que vinieron a continuación de lo más profundo de sus gargantas,me obligó a ser piadoso en mis requerimientos de poder ingresar a como de lugar al pabellón de los incurables y desahuciados.Los ruegos mancillaron los sarcasmos y las carcajadas de los custodios,terminando por tratarme con dureza rayano a los límites del trato que se puede dar a un suboordinado de la más baja realeza...para,finalmente,uno de ellos,decirme de modo imperturbable: En la librería,antes de los quince días de finalizar este verano que ya está desarticulándose,hallará un teléfono y por intermedio de el,se comunicará al dígito 0000333,una voz anónima le contestará y le comunicará el siguiente paso que debe realizar para poder tener una cita de consulta con el Doctor L.

MOVS 2011

Seguro,amiga Claudia,seguiré con la continuación.Ojalá no llegue tarde donde ese Doctor...Saludos.