Mi corazón no se detiene, pero yo ya no respiro,
aún me cuesta creer que vivo.
Luego de tanto y entre vino y llanto miro mis manos,
mis dedos desgastados, mis ojos alicaídos
y mi sonrisa tímida teñida de tinto amargo.
Y soy, lo sé, sigo siendo,
tanto o más laberíntica que aquel mito de Creta,
tanto o más agresiva que el mismo universo
que un día me vomitó luego de un conato interestelar
de aborto intenso,
tanto o más sensible que la mirada de una dama rosa,
que sin disimular su hermosura exhibe su inocencia
y decoro con sutileza, sin esforzarse en lograr algún reconocimiento.
Pero aquel caprichoso febrero que arrebató mi pluma con descaro,
hundiéndome en el rincón más penumbroso
y doloroso de mis tiempos - algunos ya sin remedio y reparo-,
me acompañó hasta dejarme en el rincón oscuro y viejo
de los recuerdos infelices, de la incomprensión supuesta,
y de la depravada monotonía de la existencia.
Y yo no me quejo.
Bastantes copas han besado mis labios
y manos tocado mi cuerpo,
bastantes sueños alberga mi pueril alma
en el pasillo de mis sonrisas escondidas,
de mis deseos y puros anhelos,
como para reclamarle a la siniestra luna
que creciente y rojiza se exhibe en su telón magestuoso negro,
que me hechiza, gobierna y domina,
cual patricio a su plebeyo.
Bastante tengo,
como para contemplar la infamia de la blanca nieve
que a gritos pide gotas de mi sangre
para saciarse con el rictus que otrora
sentenció valentía y coraje,
y que a más de uno doblegó en su destino
y en lo poco que pudo comprender como su fundamento.
Doloroso tiempo,
aunque ya no me quejo.
Y aún sabiéndome no muerta
ya las sensaciones fueron,
los mares cesaron sus mareas,
las flores perdieron aroma,
y mi alma fatua,
perdió su cielo y su viento.
aún me cuesta creer que vivo.
Luego de tanto y entre vino y llanto miro mis manos,
mis dedos desgastados, mis ojos alicaídos
y mi sonrisa tímida teñida de tinto amargo.
Y soy, lo sé, sigo siendo,
tanto o más laberíntica que aquel mito de Creta,
tanto o más agresiva que el mismo universo
que un día me vomitó luego de un conato interestelar
de aborto intenso,
tanto o más sensible que la mirada de una dama rosa,
que sin disimular su hermosura exhibe su inocencia
y decoro con sutileza, sin esforzarse en lograr algún reconocimiento.
Pero aquel caprichoso febrero que arrebató mi pluma con descaro,
hundiéndome en el rincón más penumbroso
y doloroso de mis tiempos - algunos ya sin remedio y reparo-,
me acompañó hasta dejarme en el rincón oscuro y viejo
de los recuerdos infelices, de la incomprensión supuesta,
y de la depravada monotonía de la existencia.
Y yo no me quejo.
Bastantes copas han besado mis labios
y manos tocado mi cuerpo,
bastantes sueños alberga mi pueril alma
en el pasillo de mis sonrisas escondidas,
de mis deseos y puros anhelos,
como para reclamarle a la siniestra luna
que creciente y rojiza se exhibe en su telón magestuoso negro,
que me hechiza, gobierna y domina,
cual patricio a su plebeyo.
Bastante tengo,
como para contemplar la infamia de la blanca nieve
que a gritos pide gotas de mi sangre
para saciarse con el rictus que otrora
sentenció valentía y coraje,
y que a más de uno doblegó en su destino
y en lo poco que pudo comprender como su fundamento.
Doloroso tiempo,
aunque ya no me quejo.
Y aún sabiéndome no muerta
ya las sensaciones fueron,
los mares cesaron sus mareas,
las flores perdieron aroma,
y mi alma fatua,
perdió su cielo y su viento.
Miér Abr 17, 2024 4:52 pm por caminandobajolalluvia
» Déjame unir mi mano con la tuya...
Miér Abr 17, 2024 4:50 pm por caminandobajolalluvia
» Tu rostro...
Lun Abr 15, 2024 3:55 am por caminandobajolalluvia
» Memoria de tu luz, cuerpo bohemio...
Mar Abr 09, 2024 9:05 pm por caminandobajolalluvia
» Mi ciudad
Jue Abr 04, 2024 1:08 pm por caminandobajolalluvia
» Mujer -reclamo tus rosas-
Jue Abr 04, 2024 1:02 pm por caminandobajolalluvia
» La huella del amor...
Jue Abr 04, 2024 1:01 pm por caminandobajolalluvia
» Desnuda cadencia...
Jue Abr 04, 2024 12:59 pm por caminandobajolalluvia
» Son claveles...
Jue Abr 04, 2024 12:55 pm por caminandobajolalluvia