“Bienvenido al Club de los Modelos Clásicos II”
(La Crisis de los 40’s)
Con una devoción ecuménica se entregaba a su trabajo, haciendo hasta lo que no le pedían, por lo que en poco tiempo gano la estima y apreciación de sus jefes y compañeros, pero fuera de eso no tenia vida… De sus hijos aparte de un álbum de fotos, los juguetes abandonados de una infancia que se esfumo, dos cuartos vacios plagaos de posters en la pared y un par de cartas cuyo remitente, atestiguaba que venían procedentes de New York pero sin dirección y un par de llamadas de su princesa… Todo lo demás eran recuerdos, que a veces se le hacían difusos…
En sus interminables monólogos nocturnos, en el desafuero de sus sentimientos, se preguntaba, como podía recuperar esas ganas de vivir, que desde hacia mese se había lanzado al mar del olvido con una piedra amarada a la cintura. Se decía: -Quizás un tratamiento de ECT, cortocircuitaría mis neuromas para que liberen un poco de serotonina que tanta falta me hace o tal vez una inyección de amidefrina le devolvería el alma a este cuerpo que de forma desaforada se quedo habitando entre los cadáveres del pasado…
Sus amigos desde hacia tiempo, se venían restando, dado que su mundo por todos esos años giro en torno a ella, que hoy era la gran ausente… Hoy solo quedaba un cepillo de dientes, que seguía esperando en el lugar de siempre, un closet lleno de ropa, con prendas que nunca estreno… Y por todas partes pedazos de su presencia, que hoy eran como fantasmas que espantaban a cualquier otro pensamiento.
Fue por esos días, que el pensamiento de hacer cambios en su vida, empezó a alborotar esa paz aparente en la que creía vivir. Entre las primeras cosas que hizo, fue ir al peluquero, para hacerse teñir el pelo y que le sugiriera un estilo más juvenil, luego empezó con terminación el proyecto tantas veces abandonado, de hacer ejercicios, no solo por ese conato de panza que empezaba a abrirse camino en sus entrañas, si no también por su salud. Sabía que necesitaba hacer cambios radicales en su vida, pero no tenia las fuerzas para empezar. Fue por esos tiempo, que por esas venturas del destino, se encontró en el camino, con un viejo amigo o más bien viejo conocido, que ya tenía tiempo de no ver; viéndolo detenidamente, noto que era él, pero ya no era él, el tiempo había hecho estragos con su piel, pero no había conseguido desdibujar esa franca sonrisa, ni su modo afable y descuidado. Se saludaron afectuosamente, haciendo al unisonó una remembranza del tiempo pasado. Gustavo Adolfo (así se llamaba) se alegro tanto de verlo, que sin protocolos lo invito a un grupo o club de amigos que se reunían una o dos veces por semana en un viejo café. Con diligencia Luis Carlos anoto la dirección, pero sin la convicción de ir. Al despedirse de Gustavo Adolfo, se quedo con un dejo de tristeza y a la vez con una pregunta ¿Me mirare, tan viejo como él? Siguió su camino por la avenida y conforme pasaba por las vitrinas de los almacenes, se paraba un momento para observarse, para mirarse y sin sabes porque, la imagen que miraba, era distinta a la que había visto en la mañana.
Horas después, regreso a su guarida donde lo esperaban los fantasmas de sus recuerdos; se puso a ver la televisión, mas por pasar el tiempo, pasando de canal en canal, sin terminar de ver nada y poco a poco se fue quedando dormido… Cuando estaba en lo más profundo de su sueño y en la televisión, un anuncio comercial, le anunciaba unas píldoras maravillosas que prolongan la erección y lo hacían sentirse feliz, cuando sin previa invitación, aquel sueño recurrente se poso en su mente, como buitres en nido ajeno y empezó a carcomerle la paz. Luego despertó aterrorizado y sudando frio.
Pasaban los días y todo era igual, los días de su mayor tormento eran los fines de semana, porque no le llegaba el salvavidas del trabajo compulsivo que le permitía tener un suspiro de aquel suplicio que lo sofocaba y que se llama soledad.
(La Crisis de los 40’s)
Con una devoción ecuménica se entregaba a su trabajo, haciendo hasta lo que no le pedían, por lo que en poco tiempo gano la estima y apreciación de sus jefes y compañeros, pero fuera de eso no tenia vida… De sus hijos aparte de un álbum de fotos, los juguetes abandonados de una infancia que se esfumo, dos cuartos vacios plagaos de posters en la pared y un par de cartas cuyo remitente, atestiguaba que venían procedentes de New York pero sin dirección y un par de llamadas de su princesa… Todo lo demás eran recuerdos, que a veces se le hacían difusos…
En sus interminables monólogos nocturnos, en el desafuero de sus sentimientos, se preguntaba, como podía recuperar esas ganas de vivir, que desde hacia mese se había lanzado al mar del olvido con una piedra amarada a la cintura. Se decía: -Quizás un tratamiento de ECT, cortocircuitaría mis neuromas para que liberen un poco de serotonina que tanta falta me hace o tal vez una inyección de amidefrina le devolvería el alma a este cuerpo que de forma desaforada se quedo habitando entre los cadáveres del pasado…
Sus amigos desde hacia tiempo, se venían restando, dado que su mundo por todos esos años giro en torno a ella, que hoy era la gran ausente… Hoy solo quedaba un cepillo de dientes, que seguía esperando en el lugar de siempre, un closet lleno de ropa, con prendas que nunca estreno… Y por todas partes pedazos de su presencia, que hoy eran como fantasmas que espantaban a cualquier otro pensamiento.
Fue por esos días, que el pensamiento de hacer cambios en su vida, empezó a alborotar esa paz aparente en la que creía vivir. Entre las primeras cosas que hizo, fue ir al peluquero, para hacerse teñir el pelo y que le sugiriera un estilo más juvenil, luego empezó con terminación el proyecto tantas veces abandonado, de hacer ejercicios, no solo por ese conato de panza que empezaba a abrirse camino en sus entrañas, si no también por su salud. Sabía que necesitaba hacer cambios radicales en su vida, pero no tenia las fuerzas para empezar. Fue por esos tiempo, que por esas venturas del destino, se encontró en el camino, con un viejo amigo o más bien viejo conocido, que ya tenía tiempo de no ver; viéndolo detenidamente, noto que era él, pero ya no era él, el tiempo había hecho estragos con su piel, pero no había conseguido desdibujar esa franca sonrisa, ni su modo afable y descuidado. Se saludaron afectuosamente, haciendo al unisonó una remembranza del tiempo pasado. Gustavo Adolfo (así se llamaba) se alegro tanto de verlo, que sin protocolos lo invito a un grupo o club de amigos que se reunían una o dos veces por semana en un viejo café. Con diligencia Luis Carlos anoto la dirección, pero sin la convicción de ir. Al despedirse de Gustavo Adolfo, se quedo con un dejo de tristeza y a la vez con una pregunta ¿Me mirare, tan viejo como él? Siguió su camino por la avenida y conforme pasaba por las vitrinas de los almacenes, se paraba un momento para observarse, para mirarse y sin sabes porque, la imagen que miraba, era distinta a la que había visto en la mañana.
Horas después, regreso a su guarida donde lo esperaban los fantasmas de sus recuerdos; se puso a ver la televisión, mas por pasar el tiempo, pasando de canal en canal, sin terminar de ver nada y poco a poco se fue quedando dormido… Cuando estaba en lo más profundo de su sueño y en la televisión, un anuncio comercial, le anunciaba unas píldoras maravillosas que prolongan la erección y lo hacían sentirse feliz, cuando sin previa invitación, aquel sueño recurrente se poso en su mente, como buitres en nido ajeno y empezó a carcomerle la paz. Luego despertó aterrorizado y sudando frio.
Pasaban los días y todo era igual, los días de su mayor tormento eran los fines de semana, porque no le llegaba el salvavidas del trabajo compulsivo que le permitía tener un suspiro de aquel suplicio que lo sofocaba y que se llama soledad.
Miér Mar 13, 2024 10:17 pm por caminandobajolalluvia
» Mujer
Miér Mar 13, 2024 9:23 pm por caminandobajolalluvia
» AMOR DE AMAR
Miér Mar 13, 2024 9:08 pm por caminandobajolalluvia
» REGOCIJO DEL DAR
Miér Mar 13, 2024 8:51 pm por caminandobajolalluvia
» Cristal de tu belleza...
Miér Mar 13, 2024 12:24 pm por caminandobajolalluvia
» Tibieza en tus labios...
Miér Mar 13, 2024 12:22 pm por caminandobajolalluvia
» Descubro en tus ojos la morada...
Miér Mar 13, 2024 12:21 pm por caminandobajolalluvia
» El arte que descubro de tus ojos...
Mar Mar 05, 2024 4:23 am por caminandobajolalluvia
» OJOS DE MEDIANOCHE
Lun Mar 04, 2024 7:38 pm por caminandobajolalluvia